Platón utilizó la forma literaria del diálogo para exponer sus doctrinas, como hábilmente hizo en su mararavillo diálogo “Symposion” (conocido en nuestra lengua como “El banquete”). En él, por boca de Sócrates, muestra sus propias teorías filosóficas sobre el amor; su tan debatido concepto de “amor platónico”. No fue Platón quien inventó esta técnica, ya existía una larga tradición dialéctica en la literatura griega, pero sus “diálogos” suponen una recreación de gran originalidad.
La estructura de la obra es simple: Agatón, autor de tragedias que ha obtenido el primer premio en un concurso, celebra su éxito con un banquete al que invita a varios personajes del mundo intelectual ateniense, entre ellos a Sócrates. Tras la comida, llega el momento del “simposio” (nuestro café de sobremesa) en el que los invitados abren una tertulia al tiempo que beben vino. Como tema de debate se decide hablar del amor.
La intervención de cada personaje no es gratuita sino que sirven para que el discurso final de Sócrates transcurra con fluidez. En primer lugar hablará Fedro, para quien Amor es un dios, el más antiguo, y siempre conduce a acciones nobles. Pausanias hace una descripción más profunda y distingue entre dos tipos de Amor, uno malo (el amor vulgar, que conduce a acciones inmobles) y uno bueno (que conduce a la perfección moral). Erixímaco, médico de profesión, hace una interpretación en clave metafísica: todo en la naturaleza consta de elementos contrapuestos (calor-frío, amargo-dulce…), el amor es la fuerza que armoniza las parejas de contrarios de que consta el mundo. Aristófanes, comediógrafo, expone una visión de tipo cosmogónico y mítico y Agatón, por último, hace un elogio poético del poder de Amor.
Como réplica a su exposición interviene Sócrates para quien el amor no es un fin en sí mismo sino que es la fuerza que empuja a conseguir la perfección en el hombre, que se encuentra en una situación intermedia entre lo bello y lo feo, entre el tener y el no tener.
A partir de esta afirmación Sócrates (voz de Platón) va precisando un camino ascendente hacia esa perfección: En un primer momento se tratará del amor por la belleza corporal, primero tenemos amor a un cuerpo bello concreto y luego trascendemos esa realidad para atender a la belleza corporal general. Del afán por la belleza corporal el amor nos asciende a la búsqueda de la belleza del alma, que también se subdivide en dos niveles: uno sobre los quehaceres de la vida diaria y otro más profundo que corresponde a las normas de conducta entre los hombres. De esta tensión el amor nos hace ascender al plano del conocimiento, en el que ya el hombre se encuentra desvinculado de la relación con los otros hombres e inicia su camino por el mundo de la ciencia. Finalmente, el hombre guiado por el amor llegará así al amor de lo bello en sí (para Platón lo bello es el bien), una vez que haya transitado adecuadamente por las etapas anteriores.
En síntesis: el amor es la tensión que lleva al hombre a la perfección.
Como veis esta teoría difiere bastante de lo que hoy entendemos por “amor platónico”...
En realidad el término "amor platónico" es un invento moderno. Sócrates intentaba definir un tipo de amor puro, muy elevado como concepto. Actualmente es usado erroneamente como expresión de un amor en que está excluida la atracción sexual. Sócrates y Platón se asombrarían de ver como se ha malinterpretado la argumentación.
ResponderEliminarAsí es, Jenofonte, nada tiene que ver la concepción filosófica sobre el amor de Platón con el concepto moderno de “amor platónico”, tan solo hay que leer “El banquete” para comprobarlo.
EliminarMuchas gracias por tu visita, un nombre como el tuyo no podía faltar cuando se menciona a Sócrates. Un saludo.
Después de leer tu entrada me doy cuenta de cómo se deforma incluso lo que queda escrito.
ResponderEliminarAlguna malainterpretación triunfó y sigue vigente.
Saludos, erre.
Lamentablemente sucede a menudo, Ohma. Un saludo.
Eliminarsí, por lo que un amor que no lleve aparejado el deseo de mejora, de perfección no es tal, ..ojalá todos nos guiásemos por esa normal moral.. tal vez, nos iría mejor a la hora de elegir un amor..
ResponderEliminarun beso
Totalmente de acuerdo contigo Ico, pero seguro que aprenderemos ;-)
EliminarUn beso