Nace de mí, de mi sombra,
amanece por mi piel,
alba de luz somnolienta.
Paloma brava tu nombre,
tímida sobre mi hombro.
Hoy, en el centenario de su nacimiento, nuestro pequeño homenaje al gran poeta Octavio Paz.
En la versión del cuento de Perrault, la explicación parace bastante racional: el lobo lo hubiera hecho si no hubiese tenido miedo de algunos leñadores que merodeaban por los alrededores. Puesto que en la historia de Perrault el lobo es un seductor, es lógico que un hombre maduro tenga reparos en seducir a una muchacha ante los ojos de otros hombres. […] Las cosas son muy distintas en el cuento de los hermanos Grimm, en el que se nos da a entender que la voracidad excesiva del lobo explica el aplazamiento de su satisfacción oral. […] A distinto nivel de interpretación, se podría decir que el lobo no se come a Caperucita inmediatamente después de encontrarla en el camino porque quiere acostarse antes con ella: un encuentro de tipo sexual tiene que preceder al acto de "devorarla". […]