Páginas

8 de julio de 2014

Juana Asbaje: mujer, poeta, monja...







Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero, 
bella ilusión por quien alegre muero, 
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias, atractivo, 
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero 
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía: 
que aunque dejas burlado el lazo estrecho 

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho 
si te labra prisión mi fantasía.

Sor Juana Inés de la Cruz 



Aun tratándose de un soneto de forma clásica tanto en su estructura como en la temática (la ausencia del amado es tema fundamental del amor cortés hasta el final del Barroco), nos encontramos ante una composición de gran originalidad en la que la voz lírica consigue el triunfo amoroso traspasando las barreras físicas y anteponiendo el poder del pensamiento.  La victoria de lo psíquico sobre lo físico es un principio fundamental en la obra de esta autora y este poema es una clara muestra de ello.

Juana Asbaje (conocida como Sor Juana Inés de la Cruz) fue una mujer cuya inteligencia y sensibilidad la convirtieron en la mejor poeta novohispana del siglo XVII, en un mundo que tradicionalmente estaba reservado a los hombres. Sin embargo, por “oscuras” razones, acabó sus días prácticamente escondida y renunciando a toda celebridad.

Fue una mujer adelantada a su tiempo, con un ávido deseo de saber (a los tres años aprendió a leer y a escribir e incluso solicitó a su madre que le permitiera asistir a la Universidad disfrazada de hombre). Su adolescencia y juventud están vinculadas a la corte virreinal donde alababan su belleza, inteligencia e ingenio pero por alguna íntima razón (tal vez su afán de conocimientos, su deseo de vivir sola o el hecho de ser hija ilegítima...) se siente empujada a recluirse en un convento a temprana edad.

Para conocer las claves de su personalidad resultan de lectura imprescindible sus cartas "Respuesta a Sor Filotea de la Cruz" y "Carta atenagórica", textos que además de aportarnos muchos datos sobre la autora son un ejemplo de su viveza narrativa. También resulta muy interesante el estudio que realizó sobre ella Octavio Paz "Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe" publicado en 1982.


"No leo para saber más sino para ignorar menos"



26 comentarios:

  1. Qué gran mujer has elegido hoy Erre, fue lectura obligada en mis estudios y recuerdo su modernidad de reclamar su derecho al estudio y la igualdad intelectual hombre-mujer. Sor Juana fue toda una sorpresa para mì: "te labra prisiòn mi fantasìa"... Me gustarìa leer la obra que recomiendas de O.Paz sobre ella.
    Muchas gracias, R, te mando una abrazo enorme deseàndote un feliz verano. A la vuelta te seguiré leyendo y poniéndome al dìa de tus posts.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mí también fue un grato descubrimiento leer sobre esta increíble mujer. El ensayo de Octavio Paz es muy bueno, si tienes oportunidad no dejes de leerlo.

      Felices vacaciones, Chusa. Nos leemos a la vuelta ;-) Un abrazo muy fuerte.

      Eliminar
  2. Hola amiga Erre, mil gracias por tu bella huella y comentario.

    Hermoso post nos regalas ...dándole así vida en sus letras y biografía a Sor Juana.Mujer , poeta y monja, nacida para crear arte escrito, para nuestro deleite en todos los tiempos...

    Besos y feliz día.
    MA.
    El blog de MA.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti MA. Bonita forma la que utilizas para describir su cometido, el mismo que el tuyo ;-) Muchos besos.

      Eliminar
  3. Muy interesante el artículo. Fue lectura obligada en los colegios. Gracias por la recomendación del ensayo de Octavio Paz.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias María del Mar, no hay nada como conocer todo lo que envuelve a una obra para poder entenderla y qué duda cabe que el autor es un elemento imprescindible. El ensayo de Octavio Paz, así como las cartas que la propia autora escribió, contribuyen a ello. Un saludo.

      Eliminar
  4. Me adhiero sobre lo interesante del artículo.
    Salut

    ResponderEliminar
  5. Creo que era ella, no sé si me equivoco, pero vivía en una especie de suite dentro del convento, tenía hasta servicio y, además recibía personas cultas de fuera pudiendo organizar reuniones cuando quería.

    Un gran privilegio para alejarse de los indeseables y escribir con tranquilidad.

    Un besito, compi.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te equivocas en absoluto, Censu, parece que así era, que tenía muchos privilegios y podía dedicarse placenteramente a escribir, además disponía de una extensa biblioteca.

      Desafortunadamente, a raíz de que escribiera el texto conocido como “Carta atenagórica” en el que además de criticar el sermón de mandato del portugués Antonio Vieira está lleno de ardientes declaraciones feministas, su producción literaria empezó a decaer por las duras críticas que recibió. Unos años más tarde escribe “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz”, carta en la que se defiende y argumenta que sus conocimientos son suficientes como para que le permitan discurrir en temas teológicos que no deben circunscribirse solo a los varones. Pero a partir de ahí, abandona la escritura (no es difícil imaginar el motivo) y poco tiempo después muere.

      ¡Un beso enorme!

      Eliminar
  6. Una mujer que se adelantó a su tiempo, valiente y creativa en un mundo donde las rejas más poderosas fueron los prejuicios. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Una mujer muy interesante, pero me ha encantado especialmente la frase final que ya tiene un lugar en mi estudio: "No leo para saber más sino para ignorar menos".
    Saludos. Borgo.

    ResponderEliminar
  8. Sí, también me ha gustado leer parte de la biografía de Juana Asbaje, que no conocía. Interesante. Siempre hay mujeres apasionantes y atractivas de las que mirarnos en su espejo.

    un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Esilleviana, muchas gracias por tu visita. Un saludo.

      Eliminar
  9. Has hecho una muy buena semblanza de Sor Juana Inés de la Cruz y el soneto que has elegido es de una belleza única!
    Mil gracias por tu visita a Contrastes.
    Te dejo mi saludo e invitación para que me sigas visitando.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Gustavo por tu visita y tu comentario. Por supuesto que te seguiré visitando, cuenta con ello. Un saludo.

      Eliminar
  10. Por esos extraños azares del destino encontré en una librería de segunda mano poesías escogidas de Sor Juana Inés de la Cruz de la la colección estrada de 1952..Tiene un suave olor a viejo y a moho el libro.. Algunas noche me deleito con su versos llenos de conceptos y contrarios que siempre apelan a la inteligencia del lector y a la viveza de la imaginación.
    Un saludo..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Menudo deleite cuando vas descubriendo los artificios con los que el/la poeta construye su obra y que gozada hacerlo con ese suave olor... Un saludo hasta Baires!

      Eliminar

  11. Hola, eRRe.

    Las buenas obras sentimiento.
    Gracias por su visita siempre te.

    Le deseo todo lo mejor.
    Un abrazo.
    De Japón, ruma ❃

    ResponderEliminar
  12. una pionera. interesante debe de ser su historia para que un monstruo como octavio paz se haya interesado por ella. saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Alejandro, sin duda. No obstante, no es el primer escritor que se interesa por la vida y obra de otros autores, me viene a la mente un ensayo buenísimo que escribió Pedro Salinas sobre la poesía de Rubén Dario, con el que disfruté muchísimo y otros muchos más. Un saludo.

      Eliminar
  13. Un mujer fascinante.

    Las mujeres en todos los tiempos tenemos el doble de dificultad para que nos reconozcan nuestra valía, todavía hoy, pero imagina en esa sociedad tan machista en la que vivío Juana, con la influencia de la iglesia, misógena oscura... Una mujer "decente" que rechazaba el matrimonio sólo le quedaba el convento. Qué desperdicio de talento.

    Debió sentirse muy sola e incomprendida. Casi todo lo que publicó fueron escritos por encargo. Seguro que lo que no se publicó era mucho más interesante.

    Con este post has provocado que vuelva a ella, a recordar e indagar más en su vida y obra.

    Un beso,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo cierto es que resulta muy indignante, aun teniendo en cuenta la sociedad de la época en la que vivió Juana, leer sobre cómo aniquilaron la creatividad y talento de semejante mujer solo por el hecho de serlo… Claro que también es cierto que cosas más horribles y repugnantes ha hecho la iglesia a lo largo de la historia…

      Coincido contigo en que posiblemente las composiciones más íntimas que no llegó a publicar serían muy interesantes.

      Un beso.

      Eliminar

Gracias por dejar tu huella en este blog.