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25 de septiembre de 2014

"On reading": gente leyendo




"On readling", publicado por primera vez en 1971 por la editorial neoyorquina Grossman, reúne algunas de las fotografías de gente leyendo que André Kertész capturó a lo largo de cincuenta años en distintos lugares del mundo, concretamente entre 1920 y 1970.

André Kertész, fotógrafo autodidacta de origen húngaro, hoy es considerado como uno de los más influyentes del periodismo fotográfico.

Un libro sobre lectores, visualmente hablando.

















17 de septiembre de 2014

Crepúsculos


Por Jordi Rivera



Pintura de Claude Monet



En un atardecer como el de hoy
cuando el horizonte se viste de carmesí para despedir al sol
me enamoré de ti.

En un atardecer como el de hoy
una tenue luz azul bañó nuestra piel
y nuestros cuerpos hablaron.

En un atardecer como el de hoy
envuelto de solemne silencio
diste agua fresca a mi corazón sediento.

En un atardecer como el de hoy
mi boca llegó a tus labios
para quedarse en ellos.

En un atardecer como el de hoy
cuando el mar y el cielo se funden en un solo color
tu y yo fuimos el crepúsculo.

En un atardecer como el de hoy
me perdí en el oscuro bosque de tu pelo
y me abrasé en el desierto perfecto de tu espalda.

En un atardecer como el de hoy
tus brazos fueron mi único vestido
y tu cuerpo la vocación de mis manos.

En un atardecer como el de hoy
tus caricias fueron un lenguaje que no quería callar
y tus ojos, abiertas ventanas a la belleza del universo.

En un atardecer como el de hoy
no hubo palabras,
nos amamos en silencio.

Cuando la noche derrota al día
y un velo de neón comienza a cubrir las almas,
en un atardecer como el de hoy
he visto vagar la lejana sombra de tu recuerdo.


Jordi Rivera (Barcelona)




15 de septiembre de 2014

2113



Por Alejandro Vargas



Ilustración de OROPIS




Año 2113. Los tratados en materia de ingeniería genética en la cumbre de Beijing de 2050 habían creado toda una gama de cruces genéticos fantásticos, y cualquiera que se diera una vuelta por el planeta Tierra a día de hoy tendría la sensación de haberse perdido en el rodaje de una película de Star Wars, o en un planeta fronterizo donde todas las razas de la galaxia tienen su representación, tales son las extravagantes formas que han llegado a adquirir los seres vivos de nuestro mundo. Un grupo de ellos, que trabaja en la construcción de un pozo acuífero al lado de una de las últimas zonas boscosas del planeta, hace días que está alterado, a causa de la extraña aparición en el bosque de una criatura extraña, una de las últimas humanas no modificadas, que suele pasear por las tardes entre las hayas del lugar. Ansiosos por acabar la jornada laboral, la última hora se les hace eterna, y en cuanto suena la sirena se reúnen en el sendero que conduce al bosque para esperar a la “Extranjera”. El primero en divisarla es el Hombre de Gelatina, una masa blandengue de fluidos azules con un cabezón enorme, que la ve entrar como de costumbre por uno de los laterales de la arboleda. Los cinco se ponen en marcha; el Hombre de Gelatina va primero, líder implícito del grupo por ser el que tiene la cabeza más gorda, seguido del Pulpo Amarillo, experto en manejar las palancas de la maquina de extracción. Tercero va el Androsauro, que ejerce de psicólogo laboral, cuarta la Serpiente Trepadora, encargada de explorar los conductos de ventilación, y por último Escaqueado, un impersonal personaje de materia dúctil y lilácea al que nadie en la explotación ha encontrado todavía una utilidad demostrable. Los cinco penetran en el bosque, siguiéndola a una distancia prudencial. Es un bosque hermoso, el último hayedo del planeta, donde la luz rebota contra las hojas y juega a dibujar sombras en el suelo, manchas oscuras que cambian de forma según la dirección del viento. La chica también es hermosa; tiene el pelo naranja, algo modificada sí que está, y largo, y se lo recoge en una espesa cola de caballo. Va tranquilamente vestida con una camiseta azul y unas bragas rosas, hace tiempo que la gente del planeta no se fija demasiado en esas cosas. Lleva algo bajo el brazo, algo así como una caja, los cinco engendros llevan días preguntándose qué podrá ser…de repente ella se detiene, no se ha dado cuenta de que la siguen, ser entes gelatinosos tiene sus ventajas, se tumba boca abajo en el suelo y abre la caja…sus perseguidores se asombran, se miran unos a otros asustados, ahora saben lo que es, es un libro, un libro, han visto libros en películas de época y en algunos documentales. Cinco largos minutos pasan observándola, todos menos Escaqueado, que está agachado detrás de un árbol con las manos en la cabeza, y poco a poco empiezan a hablar entre ellos: “Un libro”, “un libro”, “está leyendo”, “qué chica tan extraña”, “qué extraña”, “¿está leyendo o en realidad lo hace ver?”, “qué chica más rara”, “¿se lo preguntamos…?”. Los cinco avanzan lentamente, temerosos de asustarla, y mientras ella continúa leyendo, ajena al hecho de que, por vicisitudes de la historia y de las costumbres, se ha convertido en un bicho raro.


Alejandro Vargas (Texto registrado en Safe Creative. Todos los derechos reservados.)





12 de septiembre de 2014

Amalgama de porqués



Hace unos meses, tras publicar mi entrada sobre el prefijo super una querida colega bloguera me pidió que escribiera un artículo sobre los distintos usos de por qué, por que, porqué y porque. Siento haber tardado tanto pero, por fin, aquí está.



¿Por qué me abandonas?, le preguntó confuso,
pero nunca le diría el porqué
porque ni ella misma sabía
el motivo por que lo hacía. 


No es caprichoso que encontremos estas cuatro grafías distintas. La diferencia radica en el tipo de palabra (categoría gramatical) al que pertenece cada una de ellas y la función que desempeña en el enunciado. 

De forma que cuando se trata de una locución compuesta por dos palabras:
  
Por qué (preposición por y pronombre interrogativo qué): Se utiliza únicamente en oraciones interrogativas, ya sean directas (con signo gráfico) o indirectas (sin signo gráfico).

"¿Por qué me abandonas?" / "Le preguntó por qué lo abandonaba".
 Por que (preposición por y pronombre relativo que): Para reconocerlo solo tenemos que sustituir el pronombre relativo que por el sintagma el cual
 "Ni ella misma sabía el motivo por (que/el cual) lo hacía."

Y cuando se trata de un solo término:

Porqué (sustantivo): Sinónimo de causa, motivo. Como todo sustantivo puede ir precedido de un determinante (el porqué, su porqué, etc.) y admite plural (los porqués). Es muy fácil reconocerlo ya que el resto de casos ni admite determinantes ni la sustitución por dichos sinónimos.  
"Nunca le diría el porqué/la causa/el motivo."
Porque (conjunción): Su función es introducir una oración subordinada que explique la causa de la oración principal. 
"… porque ni ella misma sabía el motivo."
Resumiendo:

Por qué ¿?
Por (que/el cual)
(el) porqué
Porque (quiero)

¡Espero haber podido aclarar dudas! :)




9 de septiembre de 2014

Açó és or, xata!


Consultar la etimología de las palabras es un ejercicio muy conveniente para además de conocer su origen observar la evolución de los sonidos de una lengua determinada. Pero también resulta muy interesante conocer las leyendas que giran en torno a su procedencia.

Hay una que cuenta:
Que en el municipio de Alboraia, situado en el norte de Valencia, tenían por costumbre elaborar una refrescante bebida a base de agua, azúcar, canela y chufa. Un día, una lugareña ofreció un vaso a un sofocado caminante que procedía de la zona sur, quien tras beberla quiso saber de qué se trataba. És llet de xufa ('Es leche de chufa'), contestó la muchacha y el caminante entusiasmado por su sabor exclamó: Aço és or, xata! (¡'esto es oro, chata'!) y de ahí el origen de su nombre en valenciano: ORXATA.

Existe una variante de esta leyenda que ambienta la anécdota en la época de la Reconquista y que tiene como protagonista nada menos que al rey Jaime I “el Conquistador”.

Sin embargo, el Diccionario etimológico de la lengua castellana de Joan Coromines nos dice que:

horchata, 1734, cat. orxata, 1797. Del lat. HORDEATA 'hecha con cebada', derivado de HORDEUM 'cebada'. Está claro que no es palabra hereditaria en castellano, pero cabe dudar entre suponer que se tomase del it. orzata id., 1570, o admitir que es mozarabismo de procedencia valenciana, según parece más verosímil, aunque no tengamos comprobación de la existencia antigua del vocablo en Valencia.

Provenga de donde provenga el término lo cierto es que se trata de una bebida milenaria con muchas propiedades curativas y que, además, está deliciosa, especialmente la que sirven en Casa Daniel (Alboraia).