Páginas

9 de octubre de 2014

Fotomatón. Cesión voluntaria de identidad





El fotógrafo Onofre Bachiller, entre los años 1987 a 2000, montó una especie de estudio fotográfico ambulante en nueve puntos distintos de la ciudad de Barcelona con el objetivo de ofrecer a los transeúntes la posibilidad de autorretratarse. Lo único que tenían que hacer era posar y accionar la perilla para formar parte del proyecto que él denominaría Fotomatón.

Pero Fotomatón no es un simple proyecto fotográfico con el autorretrato como elemento protagonista sino que además se trata de un documento con valor histórico-antropológico que nos muestra una singular estampa de la Barcelona de los noventa. No hay que olvidar que los participantes, de forma pública y ante la mirada de los curiosos, cedieron su imagen e identidad al mundo sin saber a qué o a quién iría destinado el proyecto. Ante tal circunstancia, aun teniendo en cuenta el más que reconocido placer de fotografiarse a uno mismo, cabe preguntarse qué es lo que les induce a participar. Onofre al respecto argumenta:
“Si sirve la metáfora, es como el que deja su firma, inscripción y fecha en una piedra, con la intención de demostrar que él ha estado allí. Es la necesidad de constatar el momento, un instante de vida continuo que grabamos y aislamos como una cápsula atemporal, con la ilusión del reconocimiento futuro y anónimo de nuestra huella, de nuestro paso por la vida.”
Gracias a una campaña de micromecenazgo, que ha permitido su financiación, una parte de este proyecto se ha convertido en un libro que recoge una selección (entre los más de 4.500 disparos que se hicieron) de 180 imágenes en blanco y negro, ampliadas en formato DINA4.

Anoche, en la galeria VALID FOTO, se llevó a cabo la presentación y entrega de ejemplares y, por supuesto, no nos perdimos el acontecimiento.











4 comentarios:

  1. he creído ver un par de caras conocidas ¡
    salut

    ResponderEliminar
  2. Me pareció un proyecto muy interesante, para mostrar el fenómeno de la importancia que tiene cobrar cierto protagonismo y que se está viendo muy exacerbado en estos últimos años, sobre todo con los realities.
    No sé en España, pero aquí, en Argentina, hay un furor por hacer declaraciones ante las cámaras, salir en noticieros como testigos de un crimen o un robo, para decir, aunque sea, cuatro tonterías.
    Muchos saludos desde Buenos Aires.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mirella. En efecto se trata de un proyecto interesante. Me atrevería a catalogarlo como una "profetización de la futura era del nacisismo digital". Piensa que estos autorretratos se hicieron en la época de los noventa y entonces las redes sociales y los "selfies" eran ciencia ficción. :)

      Un abrazo fuerte desde Barcelona.

      Eliminar

Gracias por dejar tu huella en este blog.