si me callara,
si me pusiera serio;
si dejara
que el sacrosanto pudor
recatara esta dulce merced;
si me fuera quedando como de aquí al olvido;
si decayera mi semblante y me apesadumbrara,
y sosegadamente contenido
no revelara la inesperada gracia;
si lo ocultara;
si me fuera de bruces sobre mí mismo
y me diera contra mi nombre
y fuera la desmemoria de la flor;
si anocheciera,
y ninguna palabra mía diera fe del prodigio,
por tan callando el trance de morir;
si me opusiera a declarar;
si me cerrara en negar
que nada, nada es cierto, sino yo,
dulcemente yo, puntual con mi esqueleto,
y aceptara este resplandeciente temor
a confesar:
¿qué soy, quién soy entonces,
qué he sido sino el del siempre, el mismo,
aquel que sólo ha dicho la verdad
y nada más que la más crudelísima
verdad?
el que este día amanecido
fúlgido de vejez,
maravillado de regresar,
el que, ahora,
simple y sencillamente, se levanta,
compone el pecho desvencijado
y declara,
con un temblor de voz en lo que queda de palabra,
diecinueve de enero, dos puntos,
sólo era que
te amo.
En mi opinión , en sencia no cambiamos, somos los de siempre, nos arropamos de cultura o nos civilizamos pero la esencia siempre está ahí, inmutable.
ResponderEliminarun saludo
Cierto, pero a menudo ni nosotros mismos conocemos esa esencia, oculta bajo falsas creencias infundadas a lo largo de nuestras vidas. Un saludo Ico.
EliminarCuàntas dudas y reticencias para al final declarar un sentimiento. Parece que ha habido un acto de valor extremo. Sorprendente poema, nunca antes habìa leìdo nada de Bohòrquez. Gracias, Rita, por traerlo
ResponderEliminarUn abrazo grande :)
Así es Chusa, un acto de valor extremo para despojarse de sus velos pero al fin, satisfecho, desnudándose. Yo tampoco había leído nada de él hasta hace unos días y la verdad es que estoy encantada de haberlo descubierto. Un abrazo enorme!!!
EliminarNo podemos sustraernos del tópico, así que mejor será celebrarlo con una declaración amorosa a la emoción y a quien la encarna,en prosa o en verso. A la luz de la luna o en el metro. Lo que importa es amar, como decía el título de la película.
ResponderEliminarIntento huir de los tópicos como de la peste aunque no siempre resulte fácil. Como el sombrerero loco prefiero celebrar los otros 364 días; eso sí, siempre sintiendo. Un beso Amaltea.
EliminarGracias por la lectura y el seguimiento, y un blog muy interesante. Lo leeré.
ResponderEliminarSalud
Manolo Marcos
Gracias a ti, Manolo. Un placer tenerte por aquí. Un saludo.
EliminarBienvenidas todas las incertidumbres a cambio de la certeza de amar. Y si ese amor es correspondido, todo lo demás es muy relativo...
ResponderEliminarUn abrazo
Bienvenidas y bienvenido... Luis Antonio. Un abrazo.
Eliminarqué poemazo...veo que prosigues tu labor de minera. besos
ResponderEliminarY a veces encuentro diamantes como este ;-) Besos Sr. Vargas.
EliminarUn hermoso poema nos dejas. Es de agradecer tu búsqueda de autores que dicen cosas como Abigael Bohórquez y que confieso desconocía su existencia.
ResponderEliminarAbrazo, eRRe
Fina
Algunos hallazgos son alimento para nuestros sentidos. Me alegra saber que te ha gustado. ¡Bienvenida! Nos vamos leyendo.
EliminarUn abrazo Fina.
Que buenooooo.
ResponderEliminarMe encantó.
Beso buena semana
:) Buena semana también para ti Inma Luna. Un beso.
EliminarAmiga, creo que nos pasamos la vida con esas incertidumbres, preguntándonos que hubiera pasado si hubiera hecho o dejado de hacer, y no hay respuestas para eso, cada quien especulará con alguna respuesta que más menos le acomode, pero lo cierto es que todos los días se nos abren nuevos caminos donde escoger y es tarea difícil, ya lo decía el amigo Sartre...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hola María, no es tarea fácil escoger pero lo que parece carecer de sentido es cuestionarnos a posteriori si acertamos en nuestra elección. Como dices, todos los días se nos abren nuevos caminos... afortunadamente. Un beso grande amiga.
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