«Obscena, impúdica, lasciva, indigna, indecente y repugnante».
Así tildaron a Ulises la “obra del
siglo” del irlandés James Joyce. Obra
rechazada por muchas editoriales, entre ellas la Hogarth Press (de Leonard y
Virginia Woolf), y que probablemente no se hubiese publicado en formato libro de
no ser por la valentía de Silvia Beach, propietaria de la librería parisina Shakespeare
and Company.
De lo ruinosa ─en
términos económicos─ que
acabó siendo la “osadía” para Silvia Beach y de cómo previamente otras mujeres ─que también confiaron en la obra de Joyce ─ acabaron en los tribunales,
acusadas de publicar pornografía, nos da cuenta Stefan Bollmann en su ensayo Mujeres
y libros. Una pasión con consecuencias, editado por Seix Barral.
Bollmann intenta que el binomio “mujeres y libros” sea
abarcador y escribe sobre mujeres lectoras, mujeres escritoras, mujeres
editoras, mujeres protagonistas de libros… Un paseo de casi tres siglos de
relación entre las mujeres y la literatura universal, si bien los ejemplos los
limita a la literatura alemana, británica, francesa y estadounidense. Significativo
¿verdad?
El libro, compuesto por 16 capítulos más un prólogo, está
estructurado en cuatro partes. La selección del protagonista de cada capítulo
no es casual sino que cada uno de ellos, por un motivo u otro, está vinculado
con su precedente. Por eso, por ejemplo, cuando nos habla de Joyce y de su
Ulises aparecen los motivos por los que Virginia Woolf (protagonista del
capítulo anterior) no le publicó su libro. De esta forma el autor consigue que
su ensayo se lea como si se tratara de una novela. Y no solo por eso sino por
la multitud de anécdotas que a modo de relatos nos cuenta sobre ellos.
La andadura se inicia en el año 1750 con Klopstock (autor de
El Mesias) como protagonista y nos habla de cómo a través de la declamación de su
largo poema consigue que las mujeres se enamoren de él. Sigue con Richardson
quien se valió de la propia correspondencia mantenida con sus lectoras para su famosa
novela epistolar publicada por entregas. Pasa por Mary Wollstonecraft, una
mujer que hace reseñas de libros y que se preocupa por el derecho de la mujer a
la educación, por Jane Austin, Mary Shelley, Flaubert y su Madame Bovary,
Sunsan Sontag…, incluso nos presenta a la sexsymbol Marilyn Monroe como una lectora
empedernida. Su paseo culmina hablando
del superventas 50 sombras de Grey, cuya génesis se debe a la fanficción.
Bollmann escribe
sobre cómo la recepción de la literatura (lectura) se entendía como disfrute de
la vida más que una fuente de conocimientos. De cómo las veladas literarias dotaron
de voz y estatus social a la mujeres que no tenían acceso a la formación
académica. De cómo, más tarde, las novelas constituían una forma de autoconocimiento
liberadora y que eran leídas como mensajes de la vida para la vida. De que la literatura se toma como una verdad absoluta y de cómo
las mujeres quieren imitar a sus heroínas. De que los editores se dan cuenta de
los intereses de las mujeres y empiezan a publicar libros de autoras (momento
en el que empieza el criterio analítico), de que en el año 1800 publicaban más
mujeres que hombres y por qué todo eso cambió, entre otras muchas cosas más.
Sobre cómo lo hace solo diré que Bollmann,
explícitamente, se manifiesta a favor de la literatura de masas. Es, además de
escritor, un astuto editor y sabe que, según las estadísticas, actualmente las
mujeres leen más que los hombres. Escribir un libro sobre su vinculación con la
literatura, de la forma en que lo hace, le garantiza un cierto éxito y cree que si a cada capítulo le añade una
pizca de contenido erótico (lo erótico vende, afirma él mismo en uno de los capítulos) el éxito está garantizado. Por eso es un condimento que ha intentado no obviar en
su libro, aunque tratándose de un ensayo se ha limitado a darnos cuenta de ciertas
aventuras amorosas de algunos autores, vinculadas con la génesis de sus obras, o a las prácticas
bisexuales de otras, que poco aportan a la temática del libro.
No obstante, se trata de un libro ameno que se
lee de una tirada ─aunque tenga más de 400 páginas─, bien documentado y que
aporta una visión generalizadora de la discriminación que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia y
de cómo, de alguna forma, la literatura ha influido en su, digamos, "despertar a
la vida".
Lo pondré en una lista para próxima lectura.
ResponderEliminarMe fío de tu crónica
salut
¡Gracias Miquel!
EliminarUn abrazo.
Com bé dius, significatiu i simptomàtic que no hi hagi presència hispànica en un llibre com aquest. Caldria omplir aquesta mancança, no creus?. La recerca pot ser apassionant i de ben segur que les teves aportacions d’anàlisi i reflexió sobre la veu femenina en la literatura hispànica (espanyola, llatinoamericana, gallega, portuguesa i catalana) i el paper de la dona en el món editorial serien interessantíssimes. Sens dubte un gran repte/projecte. T’hi encoratjo!
ResponderEliminarCSC
Material imprescindible: http://www.lassinsombrero.com/
EliminarAhir a TVE2 van passar el documental. No us el perdeu!
hola, hacía tiempo q no me pasaba, pero veo q sigues en forma, he disfrutado mucho del artículo. un libro a tener en cuenta, q demostrará seguramente q todo se fastidió cuando empezasteis a leer.....jajaja, es broma. un beso
ResponderEliminarGracias Álex, hago caso omiso a tu último comentario :-) Un beso.
EliminarSi en algo estoy de acuerdo es en la afirmación de que las mujeres leen hoy más que los hombres. No hace falta más que subir en el metro o en un autobús. Aunque últimamente el teléfono móvil esta causando estragos entre los viajeros,
ResponderEliminarUn saludo.
Es cierto, el teléfono móvil se ha convertido en el acompañante imprescindible para el viajero.
EliminarUn saludo.
Da gusto leer entradas tan trabajadas y buenas
ResponderEliminarFelicidades por tu trabajo
Muchas gracias Marco, eres muy amable. Un saludo.
Eliminarun placer ha sido encontrarte
ResponderEliminarMuchas gracias Recomenzar. Te voy leyendo. Un saludo.
EliminarInteresante crítica. Enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana Mª. Un saludo.
EliminarHacía tiempo que no volaba a tu ventana y estuve curioseando, sinceramente ha sido un placer y prometo ser más fiel :)
ResponderEliminarUn abrazo afectuoso
Gracias, Alondra, confieso que la infidelidad ha sido mutua. Y también yo prometo, desde ahora mismo, cambiar mis patrones de comportamiento :-)
Eliminar¡Un abrazo muy fuerte!