Originariamente el término griego mythos significaba algo que se dice, algo así como una "narración" o un "relato" y era sinónimo de logos. Sin embargo, en un momento determinado de la cultura griega estos dos términos se oponen. Mythos se considerará algo negativo ya que se refiere a lo irreal, a la pura ficción, mientras que logos se utiliza para designar relatos verídicos. Esto ocurre sobre todo en la época de la Sofística momento en el que se quiere resaltar el valor del razonamiento como método único para alcanzar la verdad.
Pero curiosamente el mito se seguirá utilizando allí donde los razonamientos no llegan. El mismo Platón, que se convertirá en el crítico más virulento de los mitos tradicionales, será creador de nuevos mitos ya que sirven como valor ejemplar para la comunidad. El mito en las sociedades antiguas responde a una necesidad básica del ser humano que no es otra que la de buscar explicaciones a cuanto le rodea. Son un modo de respuesta a las cuestiones más profundas.
Hoy conocemos a los mitos griegos, sobre todo, porque han sido transmitidos desde la antigüedad hasta nuestros días a través de la literatura ya fuera de forma oral o escrita. Como afirma Pierre Grimal en su Diccionario de mitología griega y romana "el brote por excelencia del mito es la obra literaria". Y así es, a lo largo de la historia literaria se han utilizado, e interpretado, los mitos con distintos fines.
Pero para conocer el mito de Medea recomendamos empezar con la lectura de la tragedia del mismo nombre de Eurípides, primer trágico griego que se preocupa por el hombre en detrimento de los dioses, que se preocupa más del carácter de sus personajes que del propio desarrollo de la acción dramática.
El tema principal de esta tragedia es la lucha entre el amor materno y el ansia de venganza de la esposa burlada. Sentimientos de pasión amorosa, odio y cólera hacia el mismo personaje se entrecruzan.
Es un tópico ver en Medea a la mujer mala, hechicera y asesina pero me permito sugerir no leer esta joya dramática desde una óptica personal ni moderna sino que intentéis poneros en la piel de la heroína, sobre todo prestando atención a sus parlamentos.
Y a continuación os dejamos un breve resumen del mito de Medea que os pondrá en contexto antes de la lectura de la tragedia:
Medea es hija del rey de Cólquide, Eetes, y nieta del Sol (Helio) y de la maga Circe. Ayuda a Jasón a conquistar el toisón de oro. Ella le da el ungüento que lo protegerá contra los toros de Hefesto y adormecerá al dragón con sus hechizos. Una vez logrado el vellocino de oro, Medea huye con Jasón y los Argonautas puesto que él le había prometido casarse con ella, lo que justificará, o explicará, todos los crímenes ulteriores por el perjurio de Jasón. Para seguirlo, Medea traiciona y abandona a su padre, se lleva como rehén a su hermano, Apsirtu, a quien luego mata y descuartiza para retrasar la persecución de Eetes, su padre. Cuando llegan a Yolco Medea empieza vengándose de Pelias quien había intentando hacer perecer a Jasón al enviarlo en busca del vellocino de oro. Pesuade a sus hijas haciéndoles creer que es capaz de hacer rejuvenecer a Pelias hirviéndolo en una composición mágica que solo ella conoce. Convencidas de su arte, las hijas de Pelias lo descuartizan y lo echan a pedazos en un caldero. Después de este asesinato el hijo de Pelias, Acasto, desterró de su reino a Jasón y Medea por lo que se trasladan a Corinto. El rey de Corinto, Creonte, intenta casar a su hija, Glauce, con Jasón y expulsa a Medea pero ella consigue demorar su destierro un día, tiempo que aprovecha para preparar su venganza... Esta venganza es la que se explica en la tragedia de Eurípides.
¡Feliz lectura!
Medea por Henri Klagmann (Museo de Bellas Artes de Nancy)
veo mucho interés por tu parte en los clásicos griegos (también me leí el post sobre Safo) y una manera de desarrollar los artículos muy fluida. está bien, así mientras busque tus relatos podré ilustrarme un poco. saludos.
ResponderEliminarLa antigua Grecia fue la cuna de la literatura occidental, de ahí que me guste viajar a través del tiempo... Gracias por tu comentario. Un saludo.
ResponderEliminar