Entre la producción poética del andaluz Juan del Valle y
Caviedes, autor que ocupa una posición de prestigio en la literatura
latinoamericana del siglo XVII, existe un grupo de
poemas satíricos y burlescos que suelen citarse bajo el título Diente de Parnaso.
Con ellos efectúa una severa crítica contra la sociedad limeña de su tiempo (Caviedes residió en Perú casi toda su vida). La más dura se dirige hacia los médicos aunque también se critica a abogados, poetas, pintores, clérigos, mulatos, personas de físico deforme, mujeres, etc. Tal como afirma Giussepe Bellini en su Nueva Historia de la literatura hispanoamericana: ‹‹Caviedes reprochaba a la sociedad limeña la suficiencia, la presunción, la superficialidad, la incompetencia, la charlatanería de la que los mayores culpables eran los que debían servir de guía y ejemplo: médicos, religiosos, hombres de gobierno››.
Con ellos efectúa una severa crítica contra la sociedad limeña de su tiempo (Caviedes residió en Perú casi toda su vida). La más dura se dirige hacia los médicos aunque también se critica a abogados, poetas, pintores, clérigos, mulatos, personas de físico deforme, mujeres, etc. Tal como afirma Giussepe Bellini en su Nueva Historia de la literatura hispanoamericana: ‹‹Caviedes reprochaba a la sociedad limeña la suficiencia, la presunción, la superficialidad, la incompetencia, la charlatanería de la que los mayores culpables eran los que debían servir de guía y ejemplo: médicos, religiosos, hombres de gobierno››.
En la tradición literaria anterior a Caviedes es habitual
encontrar ataques contra los que practicaban la profesión médica. Muestra de
ello son los Epigramas de Marcial,
las Sátiras de Juvenal o sin ir tan
lejos en el tiempo los abundantes ejemplos en la obra de Quevedo ─de quien
nuestro autor fue un apasionado lector─, por citar solo algunos ejemplos. Como
hace notar Daniel R. Reedy en el prólogo de la Obra Completa de este autor ‹‹Caviedes
no ignoraba esa larga tradición y en su Romance
jocoserio a saltos al asunto que él dirá, si lo preguntaren los ojos que
quisieren leerlo cita a muchos de sus antecesores: Séneca, Sócrates,
Diógenes, Aristóteles, Demócrito, San Agustín, Marcial, Juvenal…››
Pero Caviedes no
solo evidencia conocer esta tradición sino que parece como si quisiera
mostrarnos su crítica como resultado de sus experiencias personales con este
gremio, tal como vemos en su poema Parecer
que da de esta obra la anatomía del hospital de San André:
‹‹Y así reprueba el autor
los médicos por dañinos,
contrarios a la salud
y de la vida enemigos.
Hombre, ¡mirad lo que hacéis!
¡Huíd de médicos malditos!
O si no, os pondrán los huesos
como yo tengo los míos…››
Otro aspecto que nos llevaría a pensar en esa misma dirección
es que su sátira, en muchas oportunidades, se dirige contra personas concretas
de la capital peruana de su tiempo. En la Lista
de Nombres y Personajes Históricos y Contemporáneos, elaborada por Daniel
R. Reedy, se incluyen datos sobre los médicos nombrados por Caviedes los cuales
afirma que fueron personas reales con quienes Caviedes trataba a diario en Lima.
Todo ello llevó a la crítica durante mucho tiempo, más
atenta a las fantasías populares que a otra cosa, a querer ver en el conjunto
de estos poemas una inquina personal contra los doctores limeños como
consecuencia de alguna “penosa” enfermedad padecida por el autor que los
médicos no supieron curar. Sin embargo, estudios más estrictos y recientes refutan
esta fantasía y muestran en el poemario su audaz denuncia y censura de las
costumbres y la seriedad de su compromiso.
Antonio Lorente afirma que Diente de Parnaso "es una parodia literaria que opera
simultáneamente en dos planos diferentes: como parodia bibliográfica de las
disposiciones legales de su época para la impresión de un libro, adaptadas a la
sátira médica que constituye su discurso; y como parodia de un mundo heroico
desmitificado u olvidado de su código deontológico". En efecto, el tono paródico está presente en todo el poemario
y se intensifica en los Preliminares.
En la obra vemos como sus invectivas, a veces realistas y otras ridículas o hiperbólicas, contra los médicos están plagadas de ironías, sarcasmos, antítesis, equívocos, retruécanos, metáforas, comparaciones…, recursos estilísticos de los que Caviedes se vale para atacar de forma humorística a sus víctimas. Otro recurso muy empleado por el autor, que muestra su atracción muy del gusto barroco por lo grotesco, es la descripción de físicos deformes. También la animalización o la traslación del sujeto “persona” a sujeto “cosa” son recursos irónicos empleados por Caviedes.
En la obra vemos como sus invectivas, a veces realistas y otras ridículas o hiperbólicas, contra los médicos están plagadas de ironías, sarcasmos, antítesis, equívocos, retruécanos, metáforas, comparaciones…, recursos estilísticos de los que Caviedes se vale para atacar de forma humorística a sus víctimas. Otro recurso muy empleado por el autor, que muestra su atracción muy del gusto barroco por lo grotesco, es la descripción de físicos deformes. También la animalización o la traslación del sujeto “persona” a sujeto “cosa” son recursos irónicos empleados por Caviedes.
Por lo que respecta al lenguaje se utiliza, con un propósito paródico,
un vocabulario coloquial y muchas veces vulgar.
Otras veces con el fin de imitar jocosamente el
habla de los galenos se utilizan latinismos.
Muchos han considerado a Caviedes como el “Quevedo limeño” y
efectivamente observamos muchas similitudes con el Quevedo satírico: en el
tono, en la crítica de las costumbres, en el gusto por lo grotesco y
escatológico... Su influencia es profunda, sin embargo Caviedes expresa formas
personales. Su obra muestra una sincera posición beligerante ante la sociedad
peruana que hoy nos sirve como un documento muy significativo.
sirvio
ResponderEliminarGracias por tu sucinto mensaje, Anónimo. Nos alegramos de que el artículo te haya servido ;-)
Eliminargran artículo, rita. me ha recordado este Caviedes a Quevedo y a Moliere. un abrazo
ResponderEliminarbuen aporte
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